En un acto encabezado por el Presidente de la Nación en ocasión del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, se distinguió el compromiso social, autonomía y trabajo en equipo de 18 investigadoras de todo el país que trabajaron en proyectos destinados a combatir el COVID-19.
Durante la ceremonia, se hizo entrega de un diploma conmemorativo a la familia de Verónica Vila, investigadora de la Universidad del Chubut postulada por su director y recientemente fallecida.
El acto realizado, fue en reconocimiento a mujeres en la etapa inicial de las carreras de investigación por su labor científica sobre COVID-19, entre las que se encontraba María Verónica Vila, docente e investigadora de la Universidad del Chubut, y que falleciera recientemente.
Homenaje a una vida de trabajo
Amanda Gotti de la Universidad del Chubut, amiga de Verónica Vila, expresó unas palabras que permiten conocer el trabajo que realizó y por el cual fue distinguida.
María Verónica fue una de las impulsoras de la investigación “Covid-19 en Chubut: Salud mental en las/los trabajadores de servicios esenciales y población en situación de vulnerabilidad psicosocial. Evaluación de estado de situación e intervenciones en redes y dispositivos de cuidados”. La misma, realizada en forma
colaborativa entre la Universidad del Chubut y la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco obtuvo financiamiento del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación durante los años 2020-2021. La investigación fue dirigida por Juan Manuel Diez Tetamanti y por Marcela Freytes Frey.
“Verónica tuvo un rol clave en el diseño e implementación de la investigación nombrada. Aportando desde sus experiencias previas y poniendo en diálogo las mismas con las del resto del equipo, contribuyó al ejercicio de una dinámica de trabajo que acompañó a cada uno/una de los/las integrantes en una actividad que
resultó desafiante, innovadora y por momentos con una alta carga emocional, ya que la investigación se desarrolló en el marco de la pandemia y las medidas de cuidado que se fueron implementando”, explica Gotti.
Entendiendo que este tipo de investigaciones no pueden hacerse si no es desde una lógica implicada y situada, Verónica compartió con el equipo diferentes recursos y propuestas que sirvieron de contención al equipo. “Y esto también tiene que ver con la ética profesional que sostenía, poder poner en un primer plano las experiencias y los afectos de las personas con las que trabajaba”.
Se encargó, desde una perspectiva de género, de insistir en la importancia del cuidado del equipo de trabajo y la necesaria solidaridad entre compañeras y compañeros. También buscó que esta dimensión estuviese presente en las diferentes etapas de la investigación y principalmente en el contacto con las realidades de las vecinas de las diferentes localidades.
“La envergadura e importancia de este proyecto no solo tuvo que ver con la temática del mismo, sino también con el hecho de haberse conformado un equipo de trabajo de más de veinte profesionales y haber tendido un puente entre dos Universidades que no solían compartir proyectos de este tipo. Es decir, tuvo que ver con aspectos que Verónica siempre mantuvo como bandera desde su ética profesional: la valoración de los saberes singulares y colectivos en su heterogeneidad y diversidad y la construcción de redes de trabajo. Estás, siempre se sustentaron en su práctica en el tendido de vínculos que, más allá de ser institucionales y profesionales, eran también vínculos afectivos”.
Una vez avanzada la investigación, y también cuando la misma finalizó en el marco de un proyecto de extensión universitaria que también la tuvo como protagonista y que fue financiado por la Organización Panamericana de la Salud, el equipo trabajó en terreno en cinco localidades de la provincia del Chubut realizando entrevistas, cartografías sociales y talleres de promoción en salud en contacto directo con vecinas y vecinos de las diferentes localidades. “Verónica coordinó talleres hasta semanas antes de internarse y seguramente esa fue una apuesta más por lo que tanto ella luchaba, el respeto por la dignidad de todas las personas y la justicia social».
Desde sus inicios como estudiante y como psicóloga, Verónica orientó su práctica al trabajo con personas en situación de vulnerabilidad psicosocial desde una perspectiva integral. «Su formación en Psicología Comunitaria y Salud Mental Comunitaria le colaboró en su posibilidad de canalizar herramientas, miradas y posicionamientos profesionales que estuvieron siempre sensibles a las realidades locales y las situaciones subjetivas de las personas con las que trabajaba”.
“Su trabajo generó y acompañó la transformación de muchas personas y situaciones desde su profesionalismo y principalmente, desde su humildad y humanidad”, expresó Gotti sobre la labor de Verónica Vila y su aporte a la ciencia.