La Cámara de Diputados avanzaba en el debate del proyecto de ley que avala el acuerdo del Gobierno nacional con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la base de un dictamen de consenso con la oposición, aunque con fractura dentro del oficialismo. Durante la jornada hubo incidentes en las afueras del Congreso protagonizado por sectores de la izquierda. El Gobierno aspira a que, tras la media sanción de Diputados, sea sancionada la semana próxima en el Senado.
La sesión, que se inició con la presencia de 129 diputados en el recinto, número exacto para el quórum, se extendería hasta la madrugada de este viernes. Minutos después del comienzo, un grupo de manifestantes de izquierda que concentraba en la plaza comenzó a arrojar piedras y quemar neumáticos en la zona, tras lo cual efectivos de la Policía de la ciudad de Buenos Aires armaron un escudo frente al edificio del Congreso e iniciaron un operativo de desalojo.
Consensuado con la oposición
En la apertura, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, precisó que el acuerdo con el FMI será «el único tema de la sesión» y pidió a los diputados que el debate sea «con el máximo respeto y nivel posible, teniendo en cuenta la trascendencia del tema, ya que es la primera vez en la historia democrática que un tema de estas características se debate en el Congreso».
El acuerdo sobre el texto fue el fruto de varias reuniones desarrolladas durante toda la jornada del miercoles entre representantes del oficialismo y de otros bloques opositores.
Al abrir el debate, el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el diputado del Frente de Todos, Carlos Heller, aseguró que «este Gobierno, por sus principios, jamás hubiera recurrido al FMI sino que recibió una autentica bomba de tiempo y debió sentarse a negociar» con el organismo internacional.
«Hay un gobierno que por sus principios jamás hubiera recurrido pero que recibió una autentica bomba de tiempo y debió sentarse a negociar», enfatizó el legislador al exponer en el recinto en la sesión especial de la Cámara de Diputados.
En ese marco, Heller sostuvo que en el acuerdo «no se respetan los típicos aspectos de la ortodoxia que han primado en otros entendimientos» aunque dijo, «no hay nada que festejar».
«Hoy no habrá ganadores»
A su turno, la diputada nacional por el Frente de Todos de la provincia de Buenos Aires, Alicia Aparicio, afirmó que «no hay nada que festejar» y agregó: «Hoy no habrá ganadores».
En su discurso, la legisladora elogió la decisión del presidente Alberto Fernández de enviar el acuerdo al Congreso porque «le devuelve al Poder Legislativo su facultad en la materia y otorga mayor institucionalidad» y aseguró que «este acuerdo es el único posible ante las circunstancias que hoy vive la Argentina».
En ese sentido, agregó que el país «no puede hacerse cargo de los pagos acumulados» y subrayó que «la diferencia favorable en el saldo exportador que hubo el año pasado, ni siquiera alcanza para pagar el vencimiento de 19 mil millones de dólares que se viene».
Apoyan pero no avalan
Por su parte, el diputado nacional de la UCR por Mendoza, Lisandro Nieri, consideró que el acuerdo con el FMI «nace obsoleto» y es «poco transparente», al sostener que «no soluciona los problemas de nuestro país». Para el legislador, «aún cumpliendo las metas deja a nuestro país en diciembre de 2023 en una situación de mayores desequilibrios macro que la observada en 2019» y dijo que «no soluciona los problemas de nuestro país».
Por Evolución Radical, el puntano Alejandro Cacace señaló: «Desde nuestra bancada le damos la herramienta al Gobierno, que está pidiendo el financiamiento, pero con esto no estamos avalando un plan económico fracasado que ha llevado a una profunda crisis económica y de desarrollo».
Así, el legislador de Juntos por el Cambio hizo referencia a la principal modificación introducida este miércoles en el dictamen, lo que posibilitó asegurar el voto opositor. El proyecto se destrabó cuando el oficialismo accedió a resumir el texto en un solo artículo centrado en el aval al acuerdo y accedió a que quedaran exentas del respaldo legislativo las metas trazadas por el Ministerio de Economía para su cumplimiento.
Votos en contra
Otro sanluiseño, el exgobernador Claudio Poggi, titular de un monobloque dentro de Juntos por el Cambio apuntó: «Esta Cámara habilitará, si se quiere, el mal menor que es patear el vencimiento para más adelante. Es menor en comparación con el mal mayor que significa no pagar, quedar en mora en el mercado internacional».
Más adelante, el diputado de Republicanos Unidos, Ricardo López Murphy, anunció en plena sesión que no acompañará el acuerdo del Gobierno con el FMI. «El acuerdo es penoso para mi país y para todos los argentinos», sostuvo, blanqueando así su postura que era una incógnita.
«Mis convicciones y el compromiso con mis votantes no me permiten acompañar y estar a favor de este impuestazo que atenta contra todos los argentinos. Mi voto será negativo», afirmó. Además, señaló que el acuerdo «no es suficiente» y que «no se va a cumplir». «Agrava una crisis muy profunda», continuó.
López Murphy se desligó así de buena parte de su interbloque que acompañará el acuerdo con el FMI tras consensuar el texto del proyecto con el oficialismo.
En tanto, el diputado liberal Javier Milei cuestionó duramente el entendimiento al que arribó el Gobierno de Alberto Fernández con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y adelantó que rechazarán la aprobación. «Vamos a votar en contra de esta porquería», expresó.
«Desde el bloque de La Libertad Avanza vamos a rechazar este proyecto porque es altamente cuestionable desde lo técnico y reprochable desde lo moral», expresó el economista durante su alocución.
Asimismo, disparó contra el gobierno al señalar que con el nuevo acuerdo «está tomando deuda» con el FMI y que «esa deuda son impuestos futuros que pagan personas que hoy no votan: nuestros hijos, nuestros nietos y quienes no nacieron”, enfatizó.
Acuerdo con ajuste
Siguiendo esa línea, se expresó también el legislador de Avanza Libertad, José Luis Espert. El economista añadió que «el que paga el ajuste es la gente de laburo, los emprendedores, los productores, los empleados».
Máximo no bajó al recinto
En ese contexto se llevó adelante la sesión a la que Máximo Kirchner, líder de La Cámpora, no asistió. El exjefe del bloque oficialista participó de la reunión que mantuvieron antes del debate los diputados del Frente de Todos y que luego, mientras se celebraba el debate en el recinto, seguía presente en el Palacio del Congreso. Hasta se lo vio caminar por los pasillos.
Rechazo de la izquierda
Desde el otro extremo del espectro ideológico, la diputada del Frente de Izquierda, Myriam Bregman, argumentó su voto negativo. “No entiendo qué festejan, dándole el co-gobierno al FMI, dejando que cada tres meses la Argentina quede a tiro de default, y que el Fondo sea el que decide qué se hace y qué no en el país”, expresó.