A la hora de conocer el estado de salud de la población argentina, el aspecto alimentario es un eje clave a considerar. La Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNYS) es una de las principales herramientas con las que los profesionales cuentan para obtener datos concretos. Sin embargo, para lograr precisión, los encuestadores requieren técnicas y dispositivos que les permitan estandarizar las respuestas de todos los participantes.
Para facilitar la evaluación de la cantidad de comida consumida, un equipo de investigación de la Universidad Nacional de La Matanza desarrolló un Atlas Fotográfico Digital de Alimentos Argentinos (AFDAA). “Es una herramienta visual que sirve para la estimación del consumo de alimentos, bebidas y suplementos de la población”, explicó Guadalupe Mangialavori, directora del proyecto, en diálogo con la Agencia CTyS-UNLaM.
“La bibliografía sugiere que, cuando uno quiere estimar la ingesta de alimentos o bebidas, se le acerque herramientas visuales a los encuestados que le permitan señalar las cantidades consumidas en forma estandarizada. Al mostrarle estas imágenes, la persona puede decir que la porción fue similar a una de las figuras y el encuestador toma como referencia estos valores para calcular los gramos consumidos”, indicó la investigadora.
El Atlas es el primero en formato digital y puede ser cargado en los dispositivos con los que el encuestador realice el cuestionario. “Este aspecto -señaló Mangialavori- presenta muchas ventajas, ya que se puede actualizar constantemente y su traslado es más simple porque no implica un peso extra, sino que se carga el material en las mismas tablets con las que se realizan los cuestionarios”.
Un book de fotos para comidas
Una vez que se determinaron los alimentos más consumidos por la población argentina -tomando los datos relevados en encuestas nacionales del Ministerio de Salud de la Nación-, se procedió a la captura de fotos para armar el Atlas en sí.
Siguiendo las sugerencias e indicaciones encontradas en la bibliografía disponible, los investigadores realizaron sesiones con un fotógrafo profesional de la UNLaM. “Para retratar los distintos alimentos, armamos una sesión de elaboración de platos. Se sacaron fotos estandarizadas, teniendo en cuenta la luz y manteniendo una distancia estipulada para no deformar la imagen”, detalló la directora del proyecto.
“La cámara siempre estuvo fija y en un plano que permitiese visualizar las cantidades. Se realizaron varias fotos por alimento para obtener capturas de diversos gramajes y que el entrevistado indique cuál se parece más al que consumió el día anterior”, agregó Mangialavori.
Por último, se validaron las fotografías mediante una estación de testeo con más de 380 voluntarios. “Les mostrábamos un plato de alimento cuyo peso era desconocido para el encuestado y se le solicitaba que, utilizando las fotos en las tablets, estimaran la cantidad del plato real de comida mediante la comparación con las fotografías”, concluyó la investigadora. (Fuente: Agencia CTyS-UNLaM)