Después de dejar Inglaterra y cortar relaciones formales con la realeza británica, Meghan Markle y el Príncipe Harry dieron una histórica y poderosa entrevista sobre los momentos más oscuros que vivieron junto a la familia real compuesta por la Reina Isabel II, el Príncipe Carlos, Guillermo, Kate Middleton, y sus demás descendientes.
Con más de 17,1 millones de espectadores en vivo, la charla entre la pareja y la reconocida conductora Oprah Winfrey dejó al Palacio de Bukingham muy mal parados debido a las serias acusaciones de racismo, segregación y abuso psicológico.
“Ya cuando éramos novios el tema de la raza era constante y supe que no iban a cambiar“, comenzó Harry sobre los ataques por el color de piel de la actriz. Por su parte, Markle reveló una dura verdad: “Les preocupaba qué tan oscura iba a ser su piel por lo que negaron a Archie el título de Príncipe, algo que no han negado a ningún otro miembro de la familia y también le quitaron su seguridad”.
Además, la ex protagonista de la serie “Suits” recordó entre lágrimas tener pensamientos suicidas durante todo el tiempo junto a la familia real: “Sentía que ya no quería vivir. Estaba avergonzada de contárselo a Harry, pero sabía que si no lo hacía, me suicidaría. Simplemente no quería vivir. Era real, era aterrador, y era un pensamiento constante que yo no había tenido antes“.
“No puedes simplemente llamar a un Uber al palacio”, bromeó, y agradeció la ayuda de amigos cercanos de la mamá de Harry: “Solo los amigos cercanos a Diana me ayudaron, ellos entendían lo que sufría”.