El base argentino Luca Vildoza, ha sido traspasado a los New York Knicks de la NBA, equipo que espera por la llegada del joven que luego de resolver cuestiones de visa, emprenderá viaje hacia los Estados Unidos para sumarse a la máxima liga del básquetbol mundial.
El marplatense, mientras espera arribar a tierras norteamericanas, habló con el área de prensa de la Confederación Argentina de Básquetbol donde compartió sus sensaciones y expectativas ante este nuevo objetivo en su carrera deportiva.
Vildoza con ansias, analiza su futuro NBA
Luca Vildoza cuenta cuándo y por qué hizo el click para dar este salto, compartiendo sus sensaciones previas al viaje, analizó sus chances y, claro, habló de su ilusión en Tokio.
“Lo estoy esperando con ganas”, le contó a Prensa CABB agregando “es un honor y un privilegio ser uno de los 15 argentinos en la NBA. Lo quiero disfrutar y lo estoy haciendo”, explica en este mano a mano durante más de media hora.
-Contanos cómo estás después de varios días, con muchas entrevistas en los medios y después de haber procesado la noticia.
-Bien. La ansiedad ya bajó. En estos últimos días estuve dando bastantes notas, más que en toda mi vida (se ríe). Creo que hablarlo, soltarlo, me ha servido para relajar un poco. Si bien no me voy a dar cuenta donde estoy hasta que llegue ahí, las ansias están. Ahora ya estoy contento y relajado, sobre todo porque no tengo que jugar ningún partido, con Baskonia ni con los Knicks, por el momento. Tengo una semana de relax y ahora estoy disfrutando de estar tranquilo en mi casa.
-¿Soñaste alguna vez con esta situación? No sé si en verdaderos sueños o al menos en tu mente…
-De chico uno siempre sueña con llegar a la NBA, pero a medida que fueron pasando los años mi única meta era llegar a la Euroliga, ser un jugador correcto y quizá sobresalir. Pero la NBA llegó a mi cabeza en los últimos dos años. Para ser sincero más que nada en este último año, sabiendo que había tenido responsabilidades en el equipo y había cumplido con las expectativas. Di un paso importante en mi carrera entonces cuando llegó la chance quería probar. Los Knicks me dieron la oportunidad para dar ese paso y voy a ir a testear en qué nivel estoy.
-¿Cómo se dio ese click mental para ese cambio, para empezar a sentir ‘por qué no puedo jugar también yo en la NBA’?
-Se dieron ciertas cosas este año que me permitieron creer que podía estar en la NBA. El premio (MVP) del año pasado y el campeonato ganado tuvieron mucho que ver. Me permitieron cambiar la mirada con respecto a mí mismo porqué siempre fui muy autocrítico. Este año se dieron ciertas circunstancias en las que me permití creer y soñar con dar ese paso. La franquicia me dio esa oportunidad y no quería dejarla pasar.
-El entrenador Tom Thibodeau es muy exigente y defensivo, ¿te contaron algo sobre él?
-Sí, me dieron referencias e intentaron compararlo justamente con Duško, pero hasta que no lo viva realmente no me voy a dar cuenta. Sé que se focaliza mucho en la defensa y eso lo hace saber porque, por lo que vi, los Knicks están defendiendo muy bien y se metieron a playoffs por este progreso. Duško, en gran parte, me preparó muy bien para dar este salto, pero sin dudas hay demasiados entrenadores por detrás y todos aportaron su huella. Estoy agradecido de haber tenido estos técnicos porque todos quisieron ayudarme en todo momento.
-Thibodeau dio a entender hace unos días que no te iba a utilizar esta temporada porque el equipo está armado y en playoffs. ¿Vos pensás que será así o tenés la ilusión de poder tener unos minutos en este momento tan importante?
-Uno siempre tiene la ilusión de poder estar ahí, pero sabiendo que es difícil. Si bien vengo de Europa y el juego es un poco similar, al mismo tiempo es muy diferente y cuesta adaptarse. A Facu le costó adaptarse también y ahora la está rompiendo, pero lleva un tiempo, un tiempo que hoy no hay entre la cuarentena, la incorporación al equipo y conocer los sistemas. La verdad es que no hay tiempo. Pero, a la vez, uno siempre tiene la ilusión de poder compartir equipo. Veremos…
-¿Cómo te tiene el tema que hayan dicho que te iba a ver el campus, la pretemporada, en Tokio? ¿Tener que demostrar así te preocupa en algo?
-Yo estoy tranquilo, porque si me llevaron es por algo. Sé que tengo cosas por mejorar y que me van a pulir cosas porque al final hay mucho más tiempo para trabajar la técnica individual, pero tengo que estar confiado con eso. Si bien está la presión de cumplir con uno mismo para cumplir lo mejor posible, sobre todo para representar a la Selección, estoy tranquilo porque al final ellos me eligieron por alguna razón.
-Falta poco para Tokio. ¿Te agarra ese cosquilleo cuando pensás en los Juegos Olímpicos? ¿O estás demasiado con la cabeza metida en la NBA?
-Para ser sincero estoy pensando mucho en la NBA, en llegar ahí, con las ansias que eso lleva y con mi llegada. También tengo muchas ganas de juntarme con los chicos. Ya llevamos dos años, no nos pudimos ver, no pudimos festejar siquiera el haber sido subcampeones del mundo, sabiendo que nos teníamos que quedar en Europa y pocos pudieron volver a Argentina. Siempre representar a la Selección es un privilegio y más allá de esto que me está pasando, es realmente una ansiedad poder estar de nuevo.
-¿Esperas estos Juegos de una manera especial? Te pregunto porque fuiste importante en el Mundial, pero tu status hoy es otro. Es probable que tengas más protagonismo y que seas incluso más determinante en el equipo.
-Creo que los roles en la Selección ya están definidos. Si bien quizás uno puede tomar protagonismo o no, creo que sabemos quién es el base, el cuatro, el cinco… Después el dos y el tres nos vamos rotando, pero al final en cada partido siempre sobresalía uno diferente. Si bien el status mío está un poco más arriba yo voy igual que siempre. Cuando llegás a la Selección, todos te ven igual. Disfruto de eso también porque al final cuando llegas algún lado y todos te ven diferente no está muy bueno. Llegar ahí y que todos estemos en el mismo nivel es bastante lindo.
-Sergio Hernández dijo que él siente que, individualmente, el equipo va a llegar mejor a Tokio que al Mundial porque hay muchos jugadores que han dado un salto de calidad. ¿Pensás así, qué te genera?
-Sí, lo pienso y es ilusionante. Al final un año más de experiencia para todos nos vino muy bien. La única incógnita que teníamos era la de Luis, pero se ve que al final no envejece nunca y su juego no va a cambiar. Contentos por tenerlo de nuevo y de incorporar quizás a Lea Bolmaro, sabiendo que está haciendo una gran temporada y que se puede sumar a la NBA el año que viene. También Nico Brussino está haciendo una gran temporada, al igual que Lapro. Por suerte, Pato Garino se recuperó de la lesión.
-La gente está muy ilusionada. Imagino que te darás cuenta que esta camada tiene algo muy especial. Es realmente muy querida por la gente…
-Sí, al final mucho ayudaron las redes sociales. Quizá con la Generación Dorada no estaban las redes para publicar tanto. Ahora la gente tiene libre comunicación y puede enviar un mensaje en cualquier momento por cualquier pantalla. Es bonito sentir ese apoyo porque quizás los de antes no podían sentirlo a no ser que enviarán una carta.