Descartada la propuesta de Facundo Prado, Carlos Rosales busca opciones para sumar inversores a la cadena que compró hace un año. Intenta contener la situación de la empresa, que arrastra más de $ 4600 millones en deudas y reclamos de atraso en el pago de sueldos de sus 3800 empleados. Con las restricciones, hubo cierres intermitentes de locales. En abril, sus ventas cayeron un 60%, mientras que, en mayo, se derrumbaron un 75 por ciento. Si bien trascendió que el empresario mantendría reuniones con potenciales inversores para encontrar una solución, en las últimas horas se conoció que la cadena de electrodomésticos cerraría todos sus locales comerciales ante la grave crisis que atraviesa.
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