La competencia de automovilismo pone a prueba a los conductores que se suben a los monoplazas que presentan desafíos físicos y mentales.
Fórmula 1. Foto: Reuters.
La Fórmula 1 es la competencia de mayor prestigio en el automovilismo. Por esto mismo, sus pilotos son considerados los más talentosos a nivel mundial. Además de la destreza a la de hora de conducir, la actividad requiere un gran esfuerzo físico por las condiciones a las que se exponen.
Uno de los datos curiosos que se desprende de la competencia es que los pilotos pierden varios kilos por carrera en la F1. Los motivos son diversos, aunque el calor puede jugar un papel importante a la hora de producir cuadros de deshidratación en distintos niveles.
Fórmula 1. Foto: Reuters.
El calendario de la temporada 2023 tiene 23 carreras distribuidas en 20 países. El grueso de las fechas se realiza en verano, un punto que ayuda a sufrir el calor de una manera extrema. El traje, el casco, los guantes y el pequeño habitáculo donde los pilotos pasan un aproximado de dos horas cada domingo de carrera influyen por completo en el estado en el que se bajan de los vehículos.
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¿Cuántos kilos pierden por carrera los pilotos de Fórmula 1?
Se estima que cada piloto pierde entre 2 y 5 kilos por hora y media dentro del monoplaza, dependiendo de las condiciones exteriores como el clima y la humedad. En esa línea, la fuerte transpiración que sufren los conductores hace que pierdan unos tres litros de agua del organismo en las carreras. Por esto mismo, una imagen habitual en el automovilismo es la de los pilotos con sus botellas en los momentos previos a subirse al auto y lo mismo apenas bajan.
Ante el riesgo de sufrir una deshidratación, cada monoplaza cuenta con la instalación de una botella con una solución isotónica que ronda entre el medio litro y el litro y medio. El líquido que ingieren durante la carrera cuenta con glucosa, además de una serie de vitaminas y minerales.
Lando Norris. Foto: Reuters.
Otro escenario conocido por los fanáticos del deporte motor es ver una fila formada por los conductores apenas se retiran de su monoplaza para pesarse frente a un agente de FIA. Además de que sirve para medir el nivel de deshidratación por el que pasó cada profesional, y su respectivo seguimiento de salud, el paso por la balanza es parte del reglamento.
Las normas de la Fórmula 1 incluyen un peso mínimo de 80 kilos por cada piloto, cifra que incluye el casco, el traje y los accesorios que puedan traer. En caso de no llegar al número, algo que es habitual dependiendo del cuerpo de cada persona, la diferencia que falta se agrega dentro del asiento para equilibrar la competencia.
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El reto Singapur
La Fórmula 1 tiene diversos retos para sus pilotos y muchos van más allá de lo que ocurre en la pista. Un buen ejemplo es el Gran Premio de Singapur, que suele tener lugar en septiembre y presenta un desafío que implica un gran esfuerzo desde el cuerpo hasta la mente.
Charles Leclerc en el Gran Premio de Singapur de 2022. Foto: REUTERS.
Al igual que en sitios como Bahréin, Qatar o Arabia Saudita, la carrera allí se disputa durante la noche por cuestiones de transmisión a nivel mundial. Pese al aliciente que puede producir la falta de sol, se trata de la fecha más calurosa del año, con temperaturas que rondan los 50 grados dentro de los monoplazas. Además, la humedad del ambiente suele girar alrededor del 90%, factores que suman a la posibilidad de una deshidratación que conecta con la pérdida repentina de peso.
Los profesionales deben tomar precauciones previas distintas que el resto del calendario. Por ejemplo, durante los días anteriores a la carrera que tuvo lugar en 2022 Charles Leclerc y Carlos Sainz de Ferrari compartieron imágenes dentro de saunas. Esto tenía el objetivo de aclimatar el cuerpo a lo que ocurriría el domingo en la carrera que contaba con el plus de ser uno de los circuitos más complejos de la competencia.
Carlos Sainz en su preparación especial para el Gran Premio de Singapur. Video: Instagram.
Un ejemplo de la exigencia fue visto en la edición 2017 con Valtteri Bottas, quien estaba arriba de un Mercedes. Un error en el sistema de hidratación que portaba su coche hizo que prácticamente no pueda ingerir líquido durante la carrera, algo que lo complicó sobre el final incluso en su capacidad para ver. “Al final de la carrera pude sentir que mi visión no era tan clara como debería”, declaró tras la carrera con sorpresa por lo que sufrió su organismo.
