Ciencia en Juego es una actividad que inició en el 2020 con la finalidad de promover un espacio de diálogo entre científicos y estudiantes de diferentes niveles educativos. Durante este año, más de cuarenta agentes fueron elegidos por distintas escuelas y se realizaron treinta y dos encuentros virtuales donde más de 1200 niños, niñas y adolescentes pudieron hacer entrevistas, así como despejar dudas, derribar mitos y canalizar curiosidades.
Objetivos
Desde el CONICET destacaron el carácter federal de esta actividad ya que el programa VocAr trabajó de manera integrada con diferentes Centros Científicos Tecnológicos para fomentar la cultura científica. Una de las virtudes de Ciencia en Juego radica en sostener la virtualidad con la finalidad de reunir a los y las estudiantes con agentes científicos del Consejo que viven en diferentes puntos del país y asimismo, visibilizar la presencia que tiene el CONICET en gran parte de la Argentina.
El programa
Ciencia en Juego inicia con la selección de la ficha de un científico o una científica donde cuentan quiénes son, cómo inició su interés por la ciencia, que investigan y por qué es relevante para la sociedad. Este año, cada ficha seleccionada fue abordada de manera interdisciplinar en la mayoría de las escuelas donde el trabajo en torno a la ciencia, al personal científico del CONICET y a sus investigaciones despertaron diversos intereses y, a través de sus docentes, motivaron a diversas tareas y proyectos en las aulas con los alumnos y las alumnas como protagonistas de la actividad, quienes se mostraron entusiasmados y participativos en los encuentros virtuales.
De junio a diciembre, cartas llenas de curiosidades llegaron a destino y tanto investigadores e investigadoras, como becarios, becarias y personal de apoyo del CONICET se expresaron por estas iniciativas que propiciaron vínculos con los y las estudiantes, y al momento de despedirse cada científico y/o científica destacó una virtud de cada grupo eligiendo una estampilla entre las siguientes: expertos/as en entusiasmo, formuladores/as de preguntas e inquietos/as por el conocimiento. A su vez, desde las escuelas también eligieron virtudes para destacar de los entrevistados: influencer de la ciencia (por despertar vocaciones), narrador/a de historias de ciencia (por la claridad expositiva), experto/a en curiosidades (por el tema novedoso), formulador/a de soluciones (por la relevancia en la comunidad).
En primera persona
El Colegio San Ignacio de Tandil participó con cuarto, quinto y sexto grado de primaria y eligieron intercambiar cartas con María Victoria Cardo, Gimena de Río Riande y Marcela Castro. Isabel Dumaire, una de las docentes, acerca de la actividad expresó: “Los alumnos investigaron sobre el trabajo del CONICET, sobre la elaboración de una carta formal, indagaron, buscaron información, formularon preguntas. Es muy importante destacar el apoyo y entusiasmo por parte de las familias” y agregó: “que aprendieron acerca de la importancia del CONICET, así como, que los científicos son personas a las que se puede acceder para conocer su trabajo”.
María Belén Amarillo, docente de secundaria del Instituto San José “Adoratrices” señaló: “que gracias a Ciencia en Juego sus alumnos y alumnas aprendieron sobre como el conocimiento es producto del trabajo científico de los investigadores e investigadoras y no una cosa abstracta que llega de un lugar desconocido”. Además, señaló “que la actividad permitió proyectarlos hacia un futuro vinculado a la continuación de los estudios superiores y a visibilizar el CONICET como un lugar posible de formación y trabajo”. Este grupo hizo sus intercambios con María Victoria Roca.
Mariela Rugnone, docente de séptimo grado de la escuela N° 8 “Jorge Ángel Boero” de CABA, que realizó el intercambio con Romina Torres valoró a Ciencia en juego como: “una propuesta que le permite a los alumnos poder adquirir nuevos aprendizajes desde una manera significativa y valiosa. Para ellos implicó despertar interés por el mundo científico, acceder a los artículos de divulgación científica, lo importante de plantearse nuevas preguntas, y por sobre todo incentivar la elección, en el futuro, de carreras científicas. Además, añadió: “Mi experiencia como docente fue muy positiva porque dentro de la secuencia didáctica se integraron dos áreas (prácticas del lenguaje y ciencias naturales) logrando integrar los contenidos de aprendizaje y sumando a nuestro proyecto del aula que hace referencia a la educación ambiental”.
Por su parte, María Soledad de la Sierra, docente del Colegio Nuestra Tierra de Tandil, a cargo de desarrollar el proyecto en su escuela con Gabriela Pirk, enfatizó que lo que les dejó la experiencia a sus estudiantes fue: “Que pueden ser científicos. Que es una profesión como otras, a la que pueden acceder”.
Los participantes
Las científicas y los científicos elegidos por las escuelas durante 2021 fueron: Laura Pey, Carolina Ibarguren, Martin Ciancio, Gabriela Pirk, María Victoria Cardo, Marcela Castro, Gimena del Rio Riande, Nelson Ferreti, María Emilia Bravi, Natalia Pessacq, María Victoria Roca, Sol Lanteri, María Paz Sanchez Amono, Marina Stein, Mercedes Oliva, Carla Spetter, Cecilia Forcato, Angélica María Escobar, Vanina Schmidt, Ariel Frank, Agostina Filocomo, Jezabel Primost, Celia Centeno, Nicolás Unsain, Julia Raimundi, Constanza Melián, Carlos Luna, Romina Torres, Damián Fernández, Bibiana Vilá, Claudia López Lastra, Silvia Kochen, Víctor Romanowski y Ana Liberoff.
Las escuelas que participaron de esta edición fueron: “Esc. “Enrique Banchs”-Bernasconi” (CABA), Esc. Nº16 DE 19 “Wiliam Morris”(CABA), Esc. Secundaria Agraria N°1 (Ranchos), Esc.N°32 “Pedro Haugaard” (Bahía Blanca), Colegio Nuestra Tierra (Tandil), Colegio San Ignacio (Tandil), Colegio Ritchie (Zárate y Campana), Colegio San Antonio de Padua (Olavarría), Instituto San José Adoratrices (Entre Ríos), Escuela Adventista José Hernández (Balcarce), UEGP Nº 74 IMEI (Chaco), Colegio Bayard (CABA), ENS. Nº 4 Estanislao Zeballos (CABA), Esc. Joan Miró (Santa Fé), Escuela Nº 63 Mariano Moreno (Entre Ríos), Instituto Sagrada Familia (AMBA), Escuela Integral Maimónides (CABA), Esc. N° 8 “Jorge Ángel Boero” (CABA), Esc. Nº24 “Pedro Avelino Torres” (CABA), Escuela Wolfsohn (CABA), Moseñor Solari (AMBA) y Esc. N°15 “Cap. Gral. Bernardo O’Higgins”(CABA). (Fuente: CONICET)