La decisión del Gobierno uruguayo de cerrar por completo las fronteras a la actividad turística generó un fuerte cimbronazo puertas adentro del sector privado. Ante la ausencia de argentinos y de brasileños, la enorme oferta de destinos muy concurridos, como Punta del Este, quedará acotada solamente al mercado interno. En ese marco, los empresarios de esa ciudad advirtieron que se espera una retracción cercana al 70%.
Sin temporada
El departamento de Maldonado, en donde está ubicada, tiene una población estable de 180.000 habitantes, pero durante el verano duplica esa cifra. De hecho, en enero de 2020, cuando aún no existía la pandemia, hubo cerca de 136.550 turistas que ingresaron a Punta del Este. Según le explicó a La Nación el reconocido empresario inmobiliario uruguayo, Sebastián Gattás, este año “no habrá temporada”.
“El público de argentinos que venía a La Barra y Manantiales no pudo venir. Los pocos alquileres fueron de quienes pensaban que podrían entrar al país, pero al final se cancelaron. Menos del 5% del mercado está alquilado. La escasa gente que se ve son propietarios o argentinos que viven en Montevideo y que han alquilado casas acá por períodos más largos. Al no haber temporada, tampoco hay precio. Lo que hay es un balneario con gente disfrutando de sus propiedades, pero será algo que nunca se vio en la historia”, sostuvo.
A su vez, aseguró que el mercado inmobiliario se sustenta en un 80% por las reservas de los argentinos, en un 15% por los brasileños y en apenas un 5% por los uruguayos. “No hay temporada, hay una estación de verano”, afirmó.
30 de 78
Por su parte, el director del Centro de Hoteles de Punta del Este, Alejandro D’Elia, dijo que de los 78 establecimientos asociados tan sólo están abiertos 30. “Al no tener demanda, muchos prefieren seguir cerrados. Los de mayor nivel abren porque, dada la estructura y los gastos fijos, el deterioro por cierre sería mucho mayor. Las pocas reservas confirmadas de uruguayos se dieron de baja luego de las nuevas medidas. Lo mismo ocurrió con los argentinos que planeaban venir. Las tarifas disminuyeron un 50% respecto de la temporada anterior. Pero no pasa por el precio: no tenemos demanda de huéspedes”, relató con crudeza.