Según un comunicado del gobierno porteño, desde que se inició la actividad comercial se inspeccionaron 4.292 locales comerciales y hubo 39 clausuras.
“El objetivo fue la concientización y verificación del cumplimiento de los protocolos sanitarios dispuestos para esta fase de apertura gradual de la cuarentena”, se informó.
Los dos centros comerciales más importantes de la Ciudad, Once y Avellaneda, “tienen los comercios cerrados y, eventualmente, sólo despachan a puerta cerrada aquellos pedidos que se realizan por venta online”, agregó.
Del total de los comercios habilitados para funcionar, el 85% abrió sus puertas con un promedio de facturación del 35%, añadió el gobierno porteño.
Asimismo, el comunicado recuerda que volvieron a funcionar seis ferias barriales, con diagrama de distanciamiento social, en los barrios de Recoleta, Almagro, Devoto, Monte Castro, Villa del Parque y Liniers.
En estas ferias se desempeñaron 12 agentes, otros tantos voluntarios y diez inspectores de otras áreas, con una presencia estimada de 2.219 personas.
A su vez, se formalizaron centros comerciales peatonales en la vía pública mediante el corte total de calles y con “gran afluencia peatonal”, en barrios como Liniers, Villa del Parque, Caballito y en el Casto Histórico porteño.
El total de cuadras peatonales intervenidas fue de 53.