La leucemia, el cáncer más común en niños, afecta a la producción de glóbulos blancos en la sangre y, por ende, impacta negativamente en el sistema inmunológico. Aunque el pronóstico ha mejorado en los últimos años, sigue siendo insatisfactorio: la quimioterapia tiene altos niveles de toxicidad y la inmunoterapia, otro tratamiento común para estos cuadros, dirige sus ataques contra tejidos tumorales, pero también sobre los sanos.
Ante la necesidad de desarrollar terapias eficaces, específicas y con perfiles de toxicidad menores que puedan ser tolerados por pacientes inmunocomprometidos, un equipo de investigadores del CONICET estudió una proteína bacteriana y viral que permitiría generar una importante respuesta inmune para combatir el cáncer.
“Estos estudios conducirán a la posible implementación de una novedosa herramienta terapéutica antitumoral, altamente específica, de fácil implementación, de bajo costo y cuyas validaciones preclínicas han mostrado una toxicidad muy baja”, destacó la doctora Alejandra Duarte, investigadora del CONICET y de la Fundación Barceló.
El poder del superantígeno
El descubrimiento surgió a partir de la utilización de un tipo de proteína de la bacteria Staphylococcus aureus y de otros virus como el del tumor mamario murino (MMTV). Estas proteínas actúan como un superantígeno, es decir, son proteínas que el sistema inmune reconoce como un enemigo y, en consecuencia, genera una respuesta exacerbada que sirve para combatir al cáncer. El inconveniente es que los tumores tienen muchísimos mecanismos para evadir, distraer o camuflarse del sistema inmune.
“Como los pacientes con leucemia están inmunocomprometidos y tienen su producción de glóbulos blancos alterada, su respuesta de defensa es más baja que el promedio. Por eso, este conjunto de proteínas, conocidas técnicamente con el nombre de superantígenos, podrían compensar las posibilidades que tiene su sistema inmunológico ante las artimañas de ataque y evasión de las células que producen tejidos anormales o tumorales, también conocidos como células neoplásicas”, agregó Duarte.
“Tanto in vitro como in vivo, es decir, en instancia de laboratorio o en modelos animales, observamos que, específicamente en las células neoplásicas, una de las proteínas analizadas inducía la apoptosis, un tipo particular de muerte celular. Este tratamiento, disminuyó el tamaño de los tumores producidos y enlenteció su crecimiento. En ratones, se determinó más del 90 por ciento de remisión completa de la enfermedad”, explicó la doctora en Química Biológica.
Con la leucemia, otro problema que se manifiesta es el aumento en la cantidad de linfocitos en sangre. “Mediante un análisis completo de sangre, se observó que con esta proteína bacteriana también disminuye esta alteración”, resaltó la investigadora en diálogo con Agencia CTyS-UNLaM.
Al comprobar la reducción en el tamaño y velocidad de crecimiento de los tumores, la disminución en la alteración de los linfocitos en sangre, así como también la especificidad de ataque a los tejidos anormales, manteniendo al resguardo a los sanos, los investigadores procedieron con la presentación del proyecto para recibir la patente. En tanto, esperan poder avanzar con muestras humanas prontamente.
Ocho argentinos por día
La leucemia es el cáncer de los tejidos que conforman la sangre, incluida la médula ósea, encargada de producir la sangre. Según la Fundación para combatir la Leucemia (FUNDALEU), más de 2.900 casos de leucemia se diagnostican cada año en la Argentina, cifra que equivale a un promedio de ocho casos por día.
Es importante detectar los síntomas rápidamente para poder iniciar el tratamiento. Los mismos pueden incluir, fatiga, palidez, moretones muy frecuentes y espontáneos, sangrados frecuentes y graves en nariz y encías o infecciones recurrentes que no desaparecen.
La donación de médula ósea es un acto solidario que salva vidas. La extracción sólo se realiza si hay compatibilidad con un paciente. Para inscripciones o consultas podes acercarte al centro de salud más cercano. (Fuente: Agencia CTyS-UNLaM)