La venta por medio millón de dólares del famoso meme de la niña “Disaster girl” como un token no fungible o NFT -una novedosa tecnología que permite certificar la autenticidad de una creación o activo digital- a la que se suma un videopoema que se convirtió en la primera obra tokenizada de Argentina, pusieron en primer plano el interrogante acerca de si está preparado el país para volcarse de manera masiva a este fenómeno y hasta dónde llegará su avance en el terreno artístico.
El mundo del arte no para de hablar de las criptomonedas y los NFT (token no fungible) desde que en marzo pasado el artista estadounidense Beeple vendiera por 69 millones de dólares una obra digital de su autoría, a través de la tradicional casa de subastas Christie’s, que por primera vez en su historia decidió aceptar criptomonedas como medio de pago para esa transacción.
Queda claro que la fusión de criptomonedas y NFT ha dado mucho que hablar en lo que al universo del arte respecta. Especialmente por los precios desorbitantes que se han asociado a este fenómeno, que ha provocado incluso reacciones iracundas: el crítico de arte estadounidense Bob Nickas, conocido por su mirada ácida y corrosiva sobre el sistema artístico, decía en una entrevista reciente con Télam que una buena “ecuación acrónica para las siglas NFT sería “No Fucking Talent meets No Fucking Taste”, cuya posible traducción sería “El puto talento se une al puto gusto”.
El escritor, editor y analista de datos Matías Buonfrate.
En Argentina, el escritor, editor y analista de datos Matías Buonfrate, fanático de la tecnología, la literatura y los videojuegos, realizó un videopoema que con el añadido de la tecnología NFT se convirtió en una de las primeras obras de criptoarte realizadas en el país, mientras que otro argentino, Diego Trulls, ya está organizando para la última semana de mayo la primera criptoferia de arte del mundo, donde sólo se aceptarán, claro, cripto a la hora de pagar.
Buonfrate creó el videopoema “Noposeas1miedo”.
Al combinar poesía y tecnología, Buonfrate creó el videopoema “Noposeas1miedo”, que recrea la voz de una inteligencia artificial a partir de la combinación de textos sobre Alan Turing y la filosofía de la ensayista Donna Haraway. Si bien la obra fue creada a mediados de los 2000, en enero de 2021 este joven decidió transformarla en un NFT, en “una copia digital única y original que no puede falsificarse”.
“La obra nació de ir viendo cómo el lenguaje y un poema escrito en particular puede rondar los entornos digitales. Me permite seguir explorando cómo la poesía se puede ir escabullendo en esos espacios. La decisión siempre es llevarlo un poco más allá y ver hasta dónde puede llegar”, dice Buonfrate a Télam.
Para el creador de este videopoema, “no están dadas las condiciones para que los NFT se conviertan en un fenómeno masivo en nuestro país. Si trasciende, quedará en un grupo reducido, que dispone de tiempo libre para explorar este panorama, dispositivos tecnológicos para probar y cierta ingeniería bancaria para exportar”.
Diego Trulls ya realizó 17 ediciones de ferias de arte on line desde que comenzó la pandemia.
También en modo innovador y experimental, Diego Trulls ya realizó 17 ediciones de ferias de arte on line desde que comenzó la pandemia, pero la que se viene ahora, del 23 al 27 de mayo, será la primera criptoferia de la historia, con veinte galerías de siete países de América que venderán sus piezas físicas pero el comprador sólo podrá pagar en criptomoneda.
“Las obras van a tener su precio en dólares -en un rango que va desde los 1.000 hasta los 30.000- y al momento de pagar, el comprador convertirá esos dólares a la criptomoneda con la que quiere pagar, acordará con la galería y hará la transferencia en cripto”, detalla el gestor cultural.
“La innovación es solo en el medio de pago porque la región no posee un mercado aun para el criptoarte. Al menos no por el momento. Es algo que afuera funciona pero las cosas que se escuchan suenan a capricho de multimillonario de Silicon Valley, o de gente que está haciendo experimentos y que tienen mucha plata. Estamos bastante lejos de pagar un millón de dólares por un pixel gris, o pagar 69 millones por una serie de dibujitos en ocho bytes”, dispara el creador de “Otra feria”.
Además, Trulls asegura que el pago en criptomoneda “simplifica mucho las cosas para las galerías: los bancos en general son lentos tienen un montón de trabas para poder girar la plata de un lado a otro. Y con este medio de pago es todo bastante rápido. Además, nos permite apuntar a un nuevo público que está trabajando hace muchos años con criptomoneda en Argentina. Creo que la criptomoneda va a reemplazar en poco tiempo a muchas de las transacciones que hacemos normalmente con tarjetas o plata física. Si bien las cripto tienen muchos años, en el arte recién está empezando ahora”.
“Justicia digital”
Zoe Roth, la chica que protagoniza uno de los memes más compartidos de los últimos tiempos, donde se la ve con mirada pícara delante de una casa en llamas.
Sin embargo, en el mundo, es tal el boom por los NFT -una red segura de sistemas informáticos que registra la venta en un libro de contabilidad digital, conocida como blockchain, y que brinda a los compradores una prueba de autenticidad y propiedad (la mayoría paga con la criptomoneda Ethereum)- que hace unos días Zoe Roth, la chica que protagoniza uno de los memes más compartidos de los últimos tiempos, donde se la ve con mirada pícara delante de una casa en llamas, subastó la imagen original como un NFT por 180 Ether (casi medio millón de dólares).
“Es uno de los memes que mejor nos puede representar en este contexto de carácter distópico. Me pregunto quién compraría algo que está en internet que es gratis. Pero para Zoë Roth no fue gratuita su exposición. Nadie le preguntó si quería representar a toda una generación que ve su imagen y se siente interpelada en medio de una pandemia, o en cualquier momento caótico de su vida. Por eso pienso que el mundo de los NFT llegó para hacer justicia digital. Pocas veces pensamos qué vidas hay detrás de esas imágenes virales que usamos hasta el cansancio”, sostiene la periodista experta en tecnología Florencia Barbeira.
“Siempre entiendo a la parte que pone en venta su imagen, su arte, su contenido pero desconfío de las razones por las cuales alguien pagaría una suma descabellada por algo que puede tener el mundo entero. No puedo evitar desconfiar de esas sumas absurdas”, desliza la experta.
La periodista experta en tecnología Florencia Barbeira.
“Creo que el cripto-arte existe gracias a lo masivo. Pero, todavía forma parte de un universo que no está hecho para todas las personas. Aunque muchas veces te quieran hacer sentir que sí, que es super fácil todo. Es un lenguaje nuevo que tiene que incorporarse en un país en el que muchas personas no tienen siquiera conexión para poder enviar un mensaje de ‘llegué bien a casa’”, se despacha Barbeira.
Para el escritor y guionista Juan Ruocco, autor de uno de los mejores hilos de Twitter para explicar qué es un token no fungible, la venta del meme Disaster girl como un NFT por medio millón de dólares “no sorprende, porque conjuga dos variables muy actuales: la popularidad de los memes y una tecnología que posibilita obtener ítems únicos digitales”.
Y sigue: “Aunque a veces no sé si todo el mundo entiende lo que realmente está comprando cuando se habla de NFTs. No comprás la imagen original ni un archivo que todo el mundo puede copiar, lo que comprás es un número identificador único en una cadena de bloques (blockchain). El que adquiere, está comprando ese número identificador, asociado a una imagen, un video, un gif, una canción, cualquier formato de archivo digital”.
Según Ruocco, “crear NFTs no es mucho más complicado que adjuntar un archivo a un email. Lo que sí, es necesario tener algún tipo de conocimiento en cómo usar criptomonedas, ya que las comisiones por la creación de cada NFT se tienen que pagar con Ether, que es el token (fungible) de la red Ethereum”.