El gobierno australiano le negó la entrada al tenista Nº 1 del mundo y le pidió que abandone el país cuando antes. De acuerdo con el reporte del medio local, The Age, los abogados de Djokovic buscan apelar la decisión.
El atleta anunció su llegada a Melbourne el pasado 4 de enero. Por su parte, la Asociación Australiana de Tenis dijo que una junta médica revisó el caso y autorizó al atleta a competir en el Abierto de Australia. Novak Djokovic se ha negado a revelar si fue vacunado contra COVID-19.
La polémica
El número uno del mundo ha estado retenido en el aeropuerto de Melbourne desde que aterrizó en la medianoche del martes tras haber recibido una exención médica que le permitía jugar el primer Grand Slam del año.
Sin embargo, un miembro de su equipo realizó mal la solicitud del visado, sin tener en cuenta dicha exención para no vacunados, y el tenista ha estado aislado a la espera de que las autoridades tomaran una decisión sobre si dejarle pasar al país o no.
Según han informado medios australianos, el Gobierno ha rechazado el visado del serbio y le ha pedido que abandone el país este jueves, aunque los abogados de Djokovic van a apelar la decisión, con la intención de que pueda permanecer en el país y jugar el torneo en el que persigue el récord de 21 Grand Slams con el que superaría a Roger Federer y Rafael Nadal.
Desde la Fuerza Fronteriza de Australia han confirmado en un comunicado que «Djokovic no proporcionó pruebas adecuadas para cumplir con los requisitos de entrada a Australia, y su visa fue cancelada posteriormente», por lo que su visado ha sido denegado.
«Los no ciudadanos que no tengan un visado válido a la entrada o a los que se les haya cancelado el visado serán detenidos y expulsados de Australia», añaden en el texto.
Además de los errores en su visado, el Gobierno de Victoria, el estado donde se celebra el torneo, ha puesto en duda las causas médicas esgrimidas por el tenista para recibir la exención médica y no vacunarse.
La causa médica expuesta por el tenista ha sido el haberse contagiado de coronavirus en los seis meses anteriores al torneo, lo que las autoridades australianas no han considerado razón suficiente para su entrada al país.