Este viernes 29 inauguró, en el Centro Cultural de la Ciencia (C3) de la Ciudad de Buenos Aires, la exhibición “Océano. Volverse Azul”, una muestra inmersiva e interactiva para todo público que recorre la cultura oceánica, su relación con nuestra forma de vida y su impacto ambiental. Es un espacio de 450 m² que propone una transformación cultural y una mirada nueva respecto a este recurso crítico para la humanidad y para nuestro país, dado que más de dos tercios de la superficie de la Argentina están cubiertos por las aguas del Mar Argentino y el océano Atlántico Sur.
Organizada en cuatro ejes conceptuales (cambio climático, contaminación, biodiversidad, dimensión humana) plasmados en 20 dispositivos digitales y analógicos, “Océano. Volverse Azul” busca abrir discusiones ambientales, fomentar la respuesta activa del público y concientizar acerca de las posibles acciones que favorezcan la preservación del planeta. La muestra podrá visitarse todos los viernes, sábados y domingos, de 14 a 18 horas*, con entrada gratuita y reserva previa en Godoy Cruz 2270, Palermo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. A futuro, se prevé que tenga carácter itinerante, para poder acercar a todo el país el conocimiento sobre nuestro Mar Argentino.
Desde 2019, el C3 trabajó en el diseño de la exhibición, que contó con el asesoramiento de las y los científicos de todo el país que integran la Iniciativa Pampa Azul, y la colaboración de organizaciones e instituciones afines a la temática.
La muestra se puede visitar, en Godoy Cruz al 2270, con entrada libre y gratuita los viernes, sábados y domingos de 14 a 18 horas, aunque requiere reserva previa en www.ccciencia.gob.ar.
Recorrida de Filmus
En ese marco, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, realizó una recorrida previa y tomó parte en un acto de presentación en donde participaron las y los científicos de la Iniciativa Pampa Azul que asesoraron en el montaje de la muestra.
“Es una emoción enorme estar acá hoy, porque fui secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur y esta muestra encarna sin dudas una política de Estado. Nadie puede creer ni defender lo que no conoce. Lo que se propone en esta exhibición es destacar qué significa nuestro mar para los argentinos”, manifestó Filmus. “Repensar nuestra relación con el océano es una forma no sólo de volverse azul, sino de cuidar lo que los seres humanos destruimos cotidianamente. Nos señala también la necesidad de la investigación científica, de poner a la ciencia en las manos y las cabezas de la mayor cantidad de personas. Esta muestra es un claro ejemplo de una de las formas que tenemos de hacerlo, a través de la divulgación”.
Acompañaron al Ministro la directora de Desarrollo de Museos, Exposiciones y Ferias, a cargo de la dirección del C3, Guadalupe Díaz Costanzo; y la coordinadora Ejecutiva de la Iniciativa Pampa Azul, Carolina Vera.
Características de la exhibición
1. Biblioteca Azul. Los públicos de distintas generaciones son invitados a evocar recuerdos y sentimientos sobre el mar. Al mismo tiempo se sorprenden, descubren y conversan acerca de su vínculo con el océano a través de objetos cotidianos tan diversos como la sal marina, los billetes de 50 y 200 pesos, una red de pesca, un paraguas, fertilizantes agroquímicos o una lata de dulce de batata.
2. El mar como territorio. Caminando por encima del mapa bicontinental gigante de Argentina en el cual la Antártida se muestra en su real proporción con relación al continente, al mar y a las Islas, los públicos pueden identificar la inmensidad del territorio marítimo nacional. Al mismo tiempo pueden recorrer la nueva demarcación de la plataforma continental apreciando que es casi el doble de la superficie emergida de nuestro país (Ley 27.757-2020).
3. A buen bosque vas por algas. Quienes visiten este espacio podrán explorar, junto a científicos/as, buzos/as y algueros/as, las costas de la Patagonia, para sumergirse en el mundo secreto de las grandes algas, sorprenderse ante su monumental tamaño y descubrir su rol en la lucha contra el cambio climático y como reservorios de biodiversidad.
4. La mar no estaba serena. Desde una experiencia inmersiva potenciadora de los sentidos, las personas son invitadas a percibirse como parte de la transformación del planeta. El ciclo del agua afectado por el cambio climático es la excusa para visibilizar nuestra fragilidad y asumir la responsabilidad de las actividades humanas en la crisis climática actual.
5. Cada gota cuenta. A través de una línea de tiempo se destacan hitos en la historia de los esfuerzos de la comunidad internacional en la lucha contra el cambio climático. Se invita al público a reconocer los avances y disputas de las cumbres y tratados, junto con la necesidad de exigir como ciudadanos y ciudadanas el cumplimiento de las normativas sobre la reducción de emisiones para el año 2030 para evitar llegar a un punto de consecuencias irreversibles.
6. Con el agua al cuello. Este dispositivo exhibe seis especies que sufren los efectos del cambio climático en el Mar Argentino e invita a observarlas, explorarlas y constatar sus impactos negativos sobre la pesca y los ecosistemas marinos. Además, da cuenta de los proyectos de investigación científica que estudian estos impactos en Argentina.
7. Llegar a buen puerto. A partir de una videoinstalación se espera que el público visitante se informe sobre el enfoque ecosistémico de la pesca y la importancia del consumo del pescado. Además, podrá conocer el impacto sobre los ecosistemas marinos de la sobrepesca de la merluza en el Mar Argentino.
8. Navegar en un mar de dudas. Desafiar a quienes recorran este espacio a testear sus ideas y opiniones sobre el estado de la contaminación del océano, la existencia de microorganismos en el agua oceánica y el consumo del pescado en la dieta. Transformar ideas previas y sorprenderse con evidencias y datos sobre el Mar Argentino.
9. El océano se queja en las costas. Esta instalación visualiza que el Mar Argentino no está mayormente contaminado en su totalidad sino en algunos pocos lugares (entre los que se destacan cuatro) donde la concentración de contaminantes asociados a las actividades humanas es preocupante. Se invita a dialogar acerca de este problema y las acciones que podemos llevar a cabo como comunidad.
10. Aguas inquietas. El dispositivo nos presenta el problema de la contaminación por plásticos y su impacto negativo en el ecosistema marino y humano. A través de seis objetos de plástico de único uso cuestiona nuestros modos de consumo y nos invita a mapear los elementos de plástico que más usamos. Un desafío para ser parte de la solución.
11. Mapoteca del mar. Los mapas ilustrados nos permiten imaginar con rasgos visibles lo que no tenemos a la vista y no podemos observar en el espacio real. La mapoteca sobre el Mar Argentino invita a localizar e identificar lugares, reconocer sus nombres y establecer relaciones entre las especies, la actividad científica, la pesca, las características físicas y las temáticas del cambio climático y la contaminación presentes en la exhibición.
12. Una ola nunca viene sola. Un espacio oscuro es la ocasión para sumergirnos en el mundo de seres marinos microscópicos y comprender que todos los organismos viven en colaboración. Una cucharada de agua de mar puede contener millones de microorganismos que limpian las aguas del océano, secuestran dióxido de carbono atmosférico (CO2), generan oxígeno y circulan nutrientes que permiten la vida de las especies que podemos ver a simple vista.
13. Hagamos olas. Una propuesta de escritura colectiva que nace de las quejas y reclamos de muchas otras voces. Se trata de incentivar a la producción de ideas convocantes y provocativas que inviten a la acción. Con el estímulo de consignas de movilizaciones sociales argentinas en relación con temas ambientales, se invita a agitar las aguas. Las personas comparten deseos, esfuerzos y propuestas con las que se pueden comprometer, los escriben en tarjetones y los cuelgan en un muro colectivo.
14. Con rumor de fondo. Una invitación a escuchar los sonidos subacuáticos de tres especies de ballenas del Mar Argentino, a identificar las diferencias entre ellas y a conocer la importancia de la investigación científica asociada a los sonidos del mar.
15. En la cresta de la ola. Una producción audiovisual de CONICET Documental relata las tareas diarias y los saberes asociados a las campañas oceanográficas que son la base de la investigación científica en el mar. Conoceremos los preparativos de los barcos y la tripulación, la organización y coordinación de la comunidad científica, así como los deseos y preguntas que guían a quienes se embarcan en estas travesías de investigación. El video nos permite descubrir la vida a bordo e imaginar las emociones, desafíos y riesgos de estar en alta mar.
16. De cara al mar. En primera persona y en modo intimista las personas representadas en esta instalación se acercan y nos cuentan sobre los saberes y tradiciones de sus trabajos, oficios y profesiones vinculados al mar en su entramado cultural, científico y productivo. Sus historias de vida se vuelven próximas a los públicos quienes pueden reconocerse en algunas de sus prácticas cotidianas e identificarse con las vidas de mar.
17. Alto en el cielo. Se invita a conocer la importancia del nuevo satélite SABIA-MAR que se espera poner en órbita en el año 2023, y la tecnología satelital para obtener información a partir del color del mar sobre el ecosistema marino y la influencia de la actividad humana sobre el océano. Asimismo, se buscará que las personas que visitan este espacio tomen conciencia del rol del Estado, a través de sus organismos y empresas del sistema científico-tecnológico nacional, en el diseño, fabricación y gestión de tecnología satelital.
18. #VolverseAzul. Volverte Azul es la huella del compromiso de cada uno y cada una con el océano. Este dispositivo invita a «pintarse» de azul y sacarse fotografías para expresar la metáfora de la transformación cultural en la que repensemos nuestra relación con el océano para construir el futuro que queremos.
19. Ciencia azul. En esta instalación se presenta a científicos y científicas que trabajan desde distintas partes del país en investigaciones vinculadas al mar y cuyos saberes han sido fundamentales para el diseño de la exhibición.
20. Oficina del mar. Un espacio intergeneracional que nos propone actividades de escritura, dibujo y juegos al mismo tiempo que seguimos conociendo los secretos del océano.
Trabajaron
Equipo asesor científico: Viviana Alder, Gustavo Antón, Silvia Blanc, Martín Brogger, Inés Camilloni, Luis Cappozzo, Lucía Epherra, Daniel Fernández, Mariano Ferro, Bárbara Franco, María Eva Góngora, Betina Lomovasky, Mariana Lozada, Cecilia Mantecón, Jorge Marcovecchio, Paula Raffo, Juan Emilio Sala y Carolina Tauro.
Organizaciones e instituciones que colaboraron: Astillero Río Santiago (ARS), Argentina Submarina, Asociación Pescadores Artesanales de Puerto Madryn, Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), CONICET Documental, Cooperativa de Recolección, Acopio y Procesamiento de Productos de Mar, Fundación de Historia Natural Félix de Azara, Fundación Williams, Instituto de Conservación de Ballenas (ICB), Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), Jóvenes por el Clima, Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”, Museo del Puerto de Ingeniero White, Prefectura Naval Argentina, Proyecto Sub y Subsecretaría de Pesca y Acuicultura.