Como todos los lunes, Gastón Pauls comparte con los telespectadores las entrevistas que realiza en “Seres libres”, el programa que conduce el actor por la pantalla de Crónica HD a las 22. En su 14° programa estuvo acompañado por Leo García, cantante y compositor, quien en una charla íntima habló sobre su adicción a la droga. Entre los conceptos que vivió y experimentó, contó: “La oscuridad puede ser el marco de la luz, la oscuridad es tocar fondo para tomar un buen envión. La oscuridad puede ser un momento de reflexión, apagar la luz para ver lo que tenemos dentro, no reniego de ella”.
En otro momento habló de la felicidad: “Uno la busca, excederse con las salidas, con el alcohol, con las drogas, con todas las cosas que uno busca como diversión, después te conlleva al bajonazo. Y en los bajonazos me di cuenta de que estaba acumulando más bajón que felicidad, eso me estaba destruyendo y busqué la ayuda necesaria”. También recordó cuando consumió por primera vez: “Arranqué de grande, cuando me hice famoso, a los 31 años. Me expusieron tanto que la subida fue alta y la caída dura. La droga da luz, te da una luz inmediata. Se quema luego y hay una resistencia que no tolera más. Está bueno sacar a la luz todo lo oscuro. Cuando saqué el disco me hicieron una nota, yo estaba re depresivo, la canción hablaba de reírme más y sin embargo lloraba todos los días, por eso agradezco todo lo que viví, estoy reconciliándome con mi pasado”.
“La marihuana te saca la empatía, te vuelve para adentro, no te deja expresarte. Por eso siempre fui muy respetuoso con eso, por el trabajo, no hacer mis shows bajo el estado de droga. Después del show venía la joda y todo eso bueno que recibía del público lo terminaba quemando y matando todo con una pastilla de rivotril para dormir. Todos somos héroes en el fondo, dentro de nosotros hay un superhéroe que está queriendo ganar la batalla, uno tiene que poner fuerza de voluntad. Hay que ser fuerte y resistirse a cualquier tentación. Estoy recuperando la capacidad de poder sentir la vida, porque la vida vale mucho. Uno en un momento de bajonazo llega a despreciar la vida y pensar en el suicidio”, concluyó.