25 noviembre, 2024
Interes General

Avances en los estudios de la hipoacusia hereditaria

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la hipoacusia como la pérdida de la capacidad auditiva en forma parcial o total. Según esta institución, se calcula que 466 millones de personas en todo el mundo sufren pérdida de la audición discapacitante.
Paula Buonfiglio y Viviana Dalamón, respectivamente becaria doctoral e investigadora adjunta del CONICET en el laboratorio de Fisiología y Genética de la Audición -a cargo de Belén Elgoyhen- del Instituto de Investigaciones en Ingeniería Genética y Biología Molecular “Dr. Héctor N. Torres” (INGEBI, CONICET), realizaron un estudio sobre dos de los genes que se encuentran más frecuentemente alterados en individuos con hipoacusia hereditaria, los genes GJB2 y GJB6.
El resultado de la investigación fue el hallazgo de cuarenta y ocho mutaciones relacionadas con los genes analizados y la clasificación de las mismas según las recomendaciones internacionales. El estudio que se publicó a finales del 2020 en la revista Genes, propulsó la incorporación de las científicas al panel de expertos del curado de variantes de la hipoacusia, Hearing Loss Variant Curation Expert Panel, en carácter de representantes argentinas y únicas en Latinoamérica.

La investigación

“Los genes GJB2 y GJB6 son responsables de aproximadamente el 30 o 40 por ciento de las hipoacusias de origen genético en las poblaciones de Europa mediterránea, regiones desde donde provino la corriente migratoria que llegó al país a principios de siglo”, explica Dalamón. Partiendo de esa base, las investigadoras realizaron estudios genéticos en seiscientos pacientes con distintas formas de hipoacusia. De esta manera, las científicas lograron establecer la frecuencia de mutaciones para estos dos genes “que son los más frecuentes en la población argentina”, enfatiza Dalamón.
Las investigadoras destacan que el objetivo principal de los estudios genéticos en pacientes con hipoacusia es determinar el rol que juegan ciertas alteraciones genéticas en la generación, progresión y severidad de la hipoacusia en humanos. “Por ejemplo existen signos y síntomas asociados a la hipoacusia que pueden aparecer en la adolescencia o en la vida adulta, como por ejemplo la pérdida de la visión. Sabiendo cuáles son los genes que están mutados se puede predecir qué síntomas podrían aparecer” puntualiza Buonfiglio. Y agrega: “Con una mutación en estos genes es posible afirmar a ciencia cierta que el paciente solo tendrá hipoacusia”.
Así, según las expertas, la investigación molecular permitiría encontrar marcadores de evolución de la enfermedad y del tratamiento instaurado. Además, el estudio en este campo favorece la toma de decisiones respecto de la evolución de la patología y la aplicación de posibles tratamientos.

El curado de variantes

Una vez recopiladas las cuarenta y ocho alteraciones genéticas, obtenidas en el laboratorio del INGEBI mediante técnicas de biología molecular en pacientes con pérdida de la audición, las científicas se centraron en el análisis de las variantes genéticas conocidas para los genes GJB2 y GJB6.
La evaluación de la bibliografía mundial y la aplicación de las guías de recomendación del Hearing Loss Variant Curation Expert Panel les permitió a las investigadoras efectuar un curado de las cuarenta y ocho variantes detectadas en la población argentina. El objetivo fue clasificar las mutaciones y determinar su carácter patogénico, probablemente patogénico, benigno, probablemente benigno o incierto, según fuera el caso. Buonfiglio destaca la combinación de predictores informáticos y el trabajo manual que implica el análisis de la información, la discusión y asignación de puntaje según las guías internacionales.
A raíz de la publicación de este estudio, las científicas fueron invitadas a formar parte del panel de expertos del curado de variantes de la hipoacusia, conformado por especialistas de 15 instituciones de 4 continentes. El panel tiene por función aplicar las guías del American College of Medical Genetics para la clasificación y validación de variantes genéticas responsables de hipoacusias.
Frente a la repercusión de la investigación y la incorporación al panel de expertos las investigadoras se mostraron satisfechas. “Este trabajo se suma a otras publicaciones del laboratorio y contribuye al reconocimiento internacional” declara Dalamón. En tanto, Buonfiglio expresó: “Realza el trabajo que estamos haciendo”. (Fuente: CONICET)

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