El gobierno de Uruguay resolvió igualar las condiciones de los considerados “viejos” residentes fiscales con aquelos que se acaban de mudar al vecino país, definiendo una ampliación del programa de “vacaciones fiscales” para los primeros.
En tal sentido, la administración de Luis Lacalle Pou dispuso la extensión, por el término de 10 años, de lo que se denomina “vacaciones fiscales”, que eximen del pago del Impuesto a la Renta de Personas Físicas (IRPF) por las rentas pasivas obtenidas en el exterior por los ejercicios fiscales de los próximos 10 años, u optar por tributar el IRPF por los rendimientos de capital mobiliario del exterior desde el ejercicio en que se adquiere la residencia fiscal, y en forma indefinida, a una tasa del 7%. Normalmente, la tasa general del IRPF para este tipo de rendimientos es del 12%.
Para acceder al beneficio en cuestión es necesario tramitar la residencia fiscal, además de concretar la compra de una propiedad de aproximadamente de 380.000 dólares, o bien la puesta en marcha de una empresa que contrate 15 empleados en adelante, y permanecer 60 días al año en Uruguay.
